La Municipalidad de La Molina señala categóricamente que tiene la obligación de garantizar la vida y la seguridad de los vecinos del distrito, evitando que se produzcan hechos o situaciones que después hay que lamentar.
La advertencia fue hecha al comprobarse serias deficiencias e inseguridad en las instalaciones de los locales comerciales de la Asociación de Vivienda Moradores de la Santísima Cruz, lo que ha motivado su cierre.
Carecen de Licencia de Funcionamiento, de Certificado de Inspección Técnica de Seguridad en Edificaciones, de Licencias de Edificación, Conformidad de Obra e incluso carecen de Habilitación Urbana.
En reciente fiscalización realizada en setiembre se comprobó que en los citados establecimientos comerciales existen estructuras de madera en los techos que no cuentan con pintura ignífuga (que rechaza la combustión) o retardante de incendios.
Además, se aprecian mesas y sillas que obstruyen las áreas de evacuación; no cuentan con extintores operativos o con adecuado estado de mantenimiento; los balones de gas están cercanos a fuentes de calor o instalados incorrectamente.
Asimismo, los cables eléctricos se encuentran expuestos, no cuentan con la señalización adecuada en materia de seguridad (direccionales de salida, salida, riesgo eléctrico y extintores, entre otros); los tableros eléctricos tienen interruptores sobre dimensionados, los artefactos eléctricos no están conectados al sistema de pozo a tierra o están de manera incorrecta; no cuentan con luces de emergencia o están inoperativos o mal instalados, entre otras deficiencias.
Esta realidad demuestra claramente que están incumpliendo con lo regulado en la normativa de Seguridad en Edificaciones, en el Reglamento Nacional de Edificaciones y en el Código Nacional de Electricidad, constituyendo un riesgo para la seguridad y la vida de los trabajadores y del público.
Ante este peligroso estado de inseguridad, la Municipalidad procedió al cierre de los locales comerciales, hasta que se subsanen las observaciones.